ECOGRAFÍA

La Ecografía es una técnica no invasiva, indolora e inocua que utiliza el ultrasonido para obtener imágenes de zonas internas de nuestro cuerpo.
Todos conocemos las ecografías ginecológicas que nos sirven para valorar la gestación o el estado del feto durante un embarazo. Esta misma tecnología la podemos utilizar en Medicina Estética a nivel facial y corporal para valorar la piel, la grasa subcutánea, la vascularización de la zona donde queremos inyectar, los rellenos anteriores o el resultado de un tratamiento. Además, si existen complicaciones nos aporta un diagnóstico más adecuado y la posibilidad del seguimiento y control evolutivo.

¿Cómo se realiza?

La Ecografía Estética se realiza deslizando una sonda sobre la zona del paciente que queremos explorar previa aplicación de un gel transductor. Las imágenes se obtienen en tiempo real y no necesita una preparación especial por parte del paciente.

¿Para qué se utiliza?

Diagnosticar el estado de la piel: nivel de hidratación, cantidad de colágeno, elastosis, grosor. Objetivo: determinar áreas a mejorar o potenciar para posteriormente valorar los avances y beneficios.
Determinar el porcentaje de éxito frente a un tratamiento para la flacidez. Objetivo: es determinante valorar el estado del colágeno antes del tratamiento y considerar otras intervenciones previas para aumentar su producción de colágeno para garantizar un mejor resultado.
Localizar los implantes que hay en una determinada zona y su estado, si presenta fibrosis, etc. Objetivo: determinar a qué nivel está el implante y de qué material se trata, para valorar si está correcto o presentará alguna complicación futura.
A la hora de realizar un implante, decidir su ubicación exacta. Objetivo: seguir la evolución en el tiempo. Para todos estos métodos utilizamos un ecógrafo con una sonda específica para observar el estado de la piel y el tejido subcutáneo.
En terapias corporales: detallar con precisión el estado de la grasa subcutánea, su grosor, la posible aparición de edema, si el paciente cuenta con fibras de colágeno suficientes para responder a un determinado estímulo. Objetivo: dada la cantidad de opciones para tratar estos síntomas, se trata de aplicar el tratamiento idóneo.
A nivel vascular: valorar venas varicosas y alteraciones del flujo o de los vasos sanguíneos. Objetivo: realizar un estudio necesario previo al tratamiento de varices.

Anatomía de la piel mediante ecografía

Filler	Duración	Imagen
Ácido hialurónico	Reabsorbible (clásicamente 3 - 6 meses), algunos hasta 2-4 años.
Hidroxiapatita cálcica	Reabsorbible 8-12 meses.
Policaprolactona	Reabsorbible Hasta 3-4 años.
Ácido poliláctico	Reabsorbible Hasta 6-9 meses.
Polialquilimida	Permanente
Poliacrilamida	Permanente
Silicona (aceites)	Permanente
Polimetilmetacrilato (PMMA)	Permanente

Ácido hialurónico

Reabsorbible

(clásicamente 3 - 6 meses), algunos hasta 2-4 años.

Hidroxiapatita cálcica

Reabsorbible

8-12 meses.

Policaprolactona

Reabsorbible

Hasta 3-4 años.

Ácido poliláctico

Reabsorbible

Hasta 6-9 meses.

Polialquilimida

Permanente

Poliacrilamida

Permanente

Silicona (aceites)

Permanente

Polimetilmetacrilato (PMMA)

Permanente

Celulítis

Aumento del número y desorganización de las extrusiones hipodérmicas, desorganización y ruptura de septos y presencia de edema intersticial.

Grados de celulitis

Cambios en ecogenicidad y espesor de la dermis, grosor y desorganización de septos y aparición de edema en los casos más severos.

Diferenciación del grado de celulitis mediante ecografía

En el sentido de las agujas del reloj se observa 1-TCS con celulitis grado I-II, con septos engrosados pero paralelos y continuos, ausencia de edema y buena diferenciación de las dos capas de la dermis; 2- engrosamiento de la dermis, con edema en la profunda y pérdida de la bicapa normal, y abombamiento de los septos; 3-ruptura y desorganización de septos, aumento de extrusiones hipodérmicas y 3- engrosamiento y ruptura de sptos desorganizados y marcado edema intersticial (hiperecogenicidad heterogénea del TCS).

Medición de la grasa visceral mediante ecografía.

¿Cómo se realiza?

¿Para que se utiliza?

Diagnosticar el estado de la piel: nivel de hidratación, cantidad de colágeno, elastosis, grosor. Objetivo: determinar áreas a mejorar o potenciar para posteriormente valorar los avances y beneficios.
Determinar el porcentaje de éxito frente a un tratamiento para la flacidez. Objetivo: es determinante valorar el estado del colágeno antes del tratamiento y considerar otras intervenciones previas para aumentar su producción de colágeno para garantizar un mejor resultado.
Localizar los implantes que hay en una determinada zona y su estado, si presenta fibrosis, etc. Objetivo: determinar a qué nivel está el implante y de qué material se trata, para valorar si está correcto o presentará alguna complicación futura.
A la hora de realizar un implante, decidir su ubicación exacta. Objetivo: seguir la evolución en el tiempo. Para todos estos métodos utilizamos un ecógrafo con una sonda específica para observar el estado de la piel y el tejido subcutáneo.
En terapias corporales: detallar con precisión el estado de la grasa subcutánea, su grosor, la posible aparición de edema, si el paciente cuenta con fibras de colágeno suficientes para responder a un determinado estímulo. Objetivo: dada la cantidad de opciones para tratar estos síntomas, se trata de aplicar el tratamiento idóneo.
A nivel vascular: valorar venas varicosas y alteraciones del flujo o de los vasos sanguíneos. Objetivo: realizar un estudio necesario previo al tratamiento de varices.